PAPA FRANCISCO

La escritura del Papa Francisco tiene un alto nivel de Estética-Armónica, y la estética de una escritura es expresión de la síntesis de la experiencia sensorial personal que confluye en el producto gráfico completo y refleja el grado de armonía y serenidad interior, característica de quien ha crecido en un ambiente sustancialmente sereno y ha recibido una educación con sentido estético, rica de estímulos (visuales y también sonoros, táctiles, gustativos, olfativos), por lo que un buen nivel del signo corresponde a un buen nivel de estructuración personal, también acompañada de una adecuada formación cultural de su autor, cuyos pasajes mentales transmiten orden, cohesión, coordinación y belleza, música, poesía, matemática, etc.

La Estética es un indicador de la capacidad de combinar y fusionar diferentes percepciones en una unidad armoniosa y coherente, de forma consciente y controlada, un comportamiento coherente, con constancia de estilo.

Habilidades cognitivas

El hilo gráfico de la escritura de Francisco tiene una fibra nerviosa consistente, tónica, sólida, decidida, sin vacilaciones, manchas y temblores (Robusta-Tónica), índice de eficiencia del sistema neuromuscular, de energía cinética, vitalidad, de un tono afectivo caracterizado por la eficacia y el  vigor mental, condición necesaria para la estructuración del sistema de motivaciones, para la construcción de la autoestima, de la auto-eficacia, para una buena interacción con el entorno.

El trazado es fluido, dinámico, su melodía cinética indica la confianza en su propio potencial, de aprendizaje y procesamiento fácil, de procesos cognitivos fluidos, de la conciencia de poder cambiar la realidad a través de sus acciones, de flexibilidad, adaptación activa a los cambios internos y externos que le ayuda a hacer frente a las nuevas situaciones fácilmente, de saber adaptarse, lo que resulta eficaz en los diferentes contextos sociales.

Su plasticidad motora es extroversiva en sentido horizontal, avanza de izquierda hacia la derecha, es espaciosa y posee las Tres Larguezas (3L).

La primera largueza aparece en el óvalo de las letras a, o, d, g, q que representa el Yo; el trazado del óvalo señala el límite entre el Yo y el no-Yo, entre la realidad interna y la realidad externa.

La segunda largueza aparece en la interletra, es decir, el espacio entre una letra y la otra, que representa el espacio que el Yo concede al Tú, al otro que no soy yo.

La tercera largueza está representada por el blanco del espacio entre las palabras, el espacio de la reflexión, de la amplitud de visión, de la capacidad de relacionar la realidad interior con la exterior.

Estas tres dimensiones registran la capacidad explorativa dada por una libre expansión gestual hacia la derecha, hacia el ambiente, que en su escritura se presenta en una relación equilibrada entre ellas.

Dicha expansión gestual es síntoma del movimiento activo hacia el otro, el prójimo, el ambiente, el futuro.

Es expresión de racionalidad (Óvalo Redondo), madurez personal, buena capacidad de socialización, apertura mental, necesidad de participar e invertir en proyectos que implican márgenes de riesgo, tendencia a relacionarse con actitud positiva, confiada, constructiva, porque el sujeto ha superado las exigencias del narcisismo personal; generosidad, simpatia, buen humor, optimismo, entusiasmo, sentimientos de solidaridad y cooperación, comunicativo (Interletra ancho).

Confiere valor a la interacción con los otros en función de un mutuo intercambio dirigido al enriquecimiento de los contenidos experienciales, disponibilidad para las comparaciones, propensión a acoger tesis y sugerencias, a reconocer los propios errores y a poner remedio.

Al espacio interpalabra corresponde el espacio de la reflexión crítica, del autodominio centro-asociativo que media en las emociones que se reflejan en ellos, la ponderación y la sabiduría.

Tiene visión de conjunto, es consciente de cuanto acaece en su entorno, efectúa una lectura desapegada de los eventos, con observaciones panorámicas; tiene sentido de la responsabilidad y piensa antes de actuar, analiza el problema, busca informaciones  y las relaciona en un contexto más amplio, reconduce una situación específica a categorías complejas, encuadra las situaciones con realismo y profundidad de campo, toma decisiones considerando objetivamente variables y alternativas posibles – actuales y futuras -, prevé y anticipa los cambios, talento que en psicología se llama “meta-cognición”.

Las Tres Larguezas están ligadas a estas características sólo en abstracto; convirtiéndose en efectivamente funcionales cuando se apoyan en las capacidades de la memoria asociativa, dada por el trazado continuado del hilo gráfico que liga las letras e implica ahorro de tiempo y de energía (Ligada), por los saltos de las letras en su base, índice de  fluidez motora, liberada de los dictados del modelo caligráfico que prevé una alineación total en la base de las palabras (Brincos), por la divergencia de las letras m y n, i y u que aumentan la expansión progresiva hacia la derecha (Divergente), por la modulación axial de las letras que no se presentan en paralelo, como en el modelo caligráfico, modulación que es el producto de una gestión motora flexible (Contorsionada; sintetizan estos signos con LBDC, y por tanto Fluida = 3L + LBDC).

Francisco une y coordina las diversas representaciones mentales, razona con lógica y síntesis, formula relaciones e interconexiones coherentes y articuladas, ve la confluencia de distintos factores, identifica las interacciones entre los elementos que componen los problemas, recoge y ensambla informaciones que provienen de distintas fuentes  para lograr una síntesis unitaria (Ligada), formula analogías y comparaciones entre los elementos de un problema, agiliza la integración de las nuevas informaciones con las ya adquiridas y las compara (Brincos), filtra los datos de forma selectiva, lúcido, con actitud filosófica (Divergente), no se limita a modelos simplificados de la realidad, busca alternativas, hace preguntas y tiene sed de respuestas; su visión poliprospectiva de la realidad lubrica los mecanismos de una mente explorativa (Contorsionada), por los cuales su procesos cognitivos se producen simultáneamente, con enfoque holístico y tendencia a captar en conjunto las ideas complejas (LBDC).

Observa las situaciones desde diversas perspectivas, redefine su visión en función de las variantes externas, considera varios temas a la vez simultáneamente – sociológico, histórico, religioso, jurídico, económico, etc. – haciendo que interactúen entre ellos y evaluando todas las opciones posibles (Variable en grafemas diferentes).

La predisposición a la comparación analógica simultánea entre los datos nuevos y estructuras del conocimiento anterior activa la continua reelaboración de las informaciones, enriquece las referencias para interpretar el presente e imaginar el futuro.

La dimensión de su escritura es muy Pequeña, indica las especiales capacidades neuromotoras.

Es proyección de la capacidad de observación de los detalles, de atención intensa e instintiva, introspección, inteligencia vivaz potenciada por una memoria fácil y eficaz; capacidad de distanciarse de la propia visión inmediata para poder analizarla y observarla desde un ángulo visual externo, respeto por la personalidad ajena, disponibilidad desinteresada.

El sentido del deber y de la disciplina de la Pequeña son espontáneos, naturales (a diferencia de la escritura Esmerada formal, en la cual el sentido del deber se percibe como algo impuesto por el entorno).

La micrografía conlleva un fortísima capacidad de concentración y por tanto un exceso de tensión que deriva del control de las desviaciones de curso gráfico en un espacio muy reducido; la velocidad del cambio de dirección conlleva un cambio igualmente veloz de la presión muscular que determina en el sujeto una actividad mental casi paroxística.

Esto demuestra que es muy difícil escribir Pequeño y Fluido; cuando esto pasa, produce un efecto estético, que junto a las habilidades intelectuales, mencionadas anteriormente, la persona es cognitivamente sobredotado y tiene una personalidad polifacética, cuyas facetas no son inmediatamente visibles, siendo sus cualidades más evidentes a largo plazo, porque sus actitudes externas prefieren pasar desapercibidas.

La tensión del micrográfico se produce internamente y se refleja en las demandas que el sujeto se hace a sí mismo, en sus frecuentes auto reproches (la firma es aún más pequeña que el texto…)

Gracias a la fluidez mantiene un discreto nivel de autoestima; gracias a la buena presión y al Palote recto y/o convexo mantiene también una aceptable asertividad.

En una escritura muy pequeña, a menudo, la a, e, o se confunden, como también le ocurre a la m, n, i, u que parecen más confusas, la r a menudo pierde su trazo horizontal consiguiendo así un relativo grado de oscuridad, que tiene un valor muy diferente respecto a una escritura grande, por obvias razones.

Cuando, como en su caso, se conserva la legibilidad fluida y la Estética-Armónica, permanecen intactas las características de la escritura Clara, que confiere una importante contribución cualitativa a las habilidades cognitivas, es decir, claridad en la percepción y en la formación de las representaciones mentales.

Sus imágenes tienen de hecho una alta definición que favorece la memoria visual, eidética; configura con precisión los propios objetivos, el estilo comunicativo es claro, el registro lingüístico es comprensible y cumple con las demandas de información, reduce los márgenes de ambigüedad y los malentendidos, da claridad a sus intenciones.