Escritura Automoderada

Rifinita/: Ornamentada – Exagerada preocupación por los detalles

 Participa de las Leyes Mímicas de la escritura con las Leyes: XII, XIII, XXI, XXVII, XXVIII.

            Es la escritura que presenta en el cuerpo de las letras que conforman los óvalos: a, o, d, q, g, y en las letras que se desarrollan sólo en el cuerpo intermedio: c, e, r, s, z, un exceso de signos que buscan completar y precisar de forma exuberante las letras, superfluamente, como si la persona quisiese evidenciarlas y/o adornarlas mejor.

Suele coincidir con la tendencia modelo y clara cuando ambas, por separado o juntas, superan su óptimo grafométrico.

            Indica la tendencia a sobreabundar en precisiones superfluas, a ser meticuloso, demasiado interesado por los adornos, embellecimientos, decoraciones. Revela una sensibilidad excesiva por la presentación personal, fuerte inclinación por las actividades en las cuales se pueda proyectar en forma estética el propio buen gusto (diseño, moda, decoración).

            Son personas que se entretienen con la divagación de detalles accesorios. Poco productivos por su excesiva meticulosidad. Gran paciencia para el detalle, (relojería, artesanía). Son por lo general, lentos en sus deliberaciones y requieren grandes cantidades de tiempo para actuar. Sentido irrealista de la vida por un exceso de obsesión por el detalle. Obsesión por la puntualidad, la compostura, el buen vestir. Irreprensibles pues se hallan en posesión de un sentimiento de infalibilidad.

            Muy exigentes, poco objetivos, no soportan la impulsividad, con demasiada autodisciplina, escrúpulos, poca manifestación de afectos, poca fluidez. Muy exigentes con el orden, siempre están en tensión porque no soportan hacer algo por lo que les puedan regañar, y constantemente le dan vueltas a la cabeza sobre lo que van a hacer.

Su tendencia motriz: es el adorno innecesario, los excesos de detalles.

Veamos ahora detalladas sus tendencias satélites en los tres campos del análisis psicológico, que se corresponden con la Inteligencia, los sentimientos y la Voluntad, y que buscan complementar y enriquecer las descripciones psicológicas de la tendencia.

  • Inteligencia: 1) Distracción de la atención por fijarse en detalles innecesarios. 2) Dispersión de la abstracción por lo mismo. 3) Disminución de la objetividad por lo mismo. 4) Excesivo interés de la personalidad hacia refinamientos, embellecimientos, adornos, decoraciones, apariencias secundarias con perjuicio de lo esencial. 5) buen sentido común desvirtuado por el mismo motivo. 6, 7) Excesivas interferencias de las cuestiones de forma y presentación, de puntualizaciones, de precisiones, de detalles, aunque mínimos, en las deliberaciones y en las decisiones, con efecto de formalismo y pérdida de la practicidad. 8) Locuacidad por manía de querer completar y recabar lo ya expuesto.

  • Sentimiento: 9) Predominio irrealista de las motivaciones estéticas. 10) Excesiva sensibilidad por la presentación personal. 11) Influencia excesiva de las exigencias estéticas en las relaciones sexuales. 12) Fuerte rechazo hacia las personas que descuidan su presentación personal y que no muestran corrección, precisión y son irreprochables en todo. 13) Excesivo efecto aislante debido a las motivaciones estéticas y a las exigencias ya señalados. 14, 15) Reducción de las manifestaciones afectivas y pasionales por excesiva exigencia de las manifestaciones de compostura. 16) Máxima autodisciplina. 17) Sensibilidad religiosa favorecida por la tendencia a la compostura y a la regularidad implícita en la tenencia. 18) Sensibilidad algo escrupulosa a la voz de la conciencia. 19) Gusto del vivir muy influenciado por las exigencias estéticas. 20) Fuerte influencia de lo estético a cargo de la delectación de los sentidos. 21) Fuerte inclinación por actividades en las cuales se pueda proyectar en forma estética su propio buen gusto, su precisión y perfeccionismo, como el dibujo, moda, artesanía, pulido, rematado, diseño, adornos varios, decoración, minuciosidades. 22) Delectación en el corazón por un lado excesivamente influenciada por exigencias estéticas, y de otro lado reprimiendo  las manifestaciones, por acatamiento a lo irreprochable y a la compostura de las formas. 23) Predominio de las motivaciones estéticas en todo. 24) Gustos recreativos orientados hacia lo estético y la precisión. 25) Manifestación irreprochable en la presentación personal. 26)  Exigencias de precisión irreal y perfeccionista en los asuntos de administración.

  • Voluntad: 27) Acción demasiado centrada en cuestiones de compostura, puntualidad, e irreprochabilidad en perjuicio de la dinámica de la acción y de la productividad. 28) Comportamiento correcto e irreprochable. 29) Inhabilidad para el mando.

La atención no se concentra solo sobre la esencia de un objeto, sino que se focaliza sobre sus elementos o particularismos secundarios, haciendo que se distraiga, con disminución de la objetividad. Frena las manifestaciones afectivas por el deseo de parecer irreprochables, irreprensibles, fuerte autodisciplina, exigencias de orden estético, con reflejo en la elección de los afectos.

El interés por la forma y por la apariencia predomina sobre el sentido práctico; hay mucha precisión.

Su estilo comunicativo es redundante, algo pedante, sobreabundando detalles y precisiones que no son necesarios.

Con Estetica, Clara y espacio interrenglón ancho da fobia por la suciedad que lleva a situaciones de escrupolosidad y de exigencias de orden y de limpieza que pueden llevar al sujeto a comportamientos de tipo obsesivo, morbosos y neuróticos.  

 Exigencias a cargo de los otros sobre estos puntos, provocando conflictos. Sus discursos y expresiones son pesadas.

En el terreno de la grafometría, la evaluación se realiza de forma estimativa, con comparaciones visuales sobre ejemplos contrastados. Siendo su media común y el óptimo grafométrico cero. En suma, es una de esas tendencias que es beneficioso no tener.

En este ejemplo aparece la tendencia ornamentada con 85%, pues el sujeto traza las letras c, d, a, g con abundancia de signos buscando completar exuberantemente los elementos de identificación de las letras.

En el antiguo Sistema Psíquico, la primera vez que nos encontramos a la ornamentada o muy acabada, es en el apartado correspondiente a la Inteligencia, que nos habla de la Objetividad. Evidentemente, tras lo expuesto, la ornamentada entrará en el subíndice de los déficit de objetividad, acompañando a tendencias tales como: la Letra estrecha, grande, rizada, frondosa, enraizada, encumbrada, superdilatada y bucles dilatados.  Indicándonos en su caso: “Personas poco objetivas, para percibir la realidad de las situaciones y no únicamente en su forma de pensar, pues su elevado interés por cuidar los mínimos detalles, perjudica seriamente lo esencial.

El siguiente punto donde nos la encontramos es el apartado correspondiente al Sentimiento, en el Subíndice: Expansión y locuacidad, en el que se nos explica que es una tendencia que provoca locuacidad y que nuevamente acompañada por algunas de las tendencias que veíamos en el párrafo anterior como la escritura rizada, frondosa, superdilatada y los bucles dilatados, haría que su locuacidad fuera extrema. Pero, no deberíamos dejarnos equivocar, pues las personas con la escritura ornamentada, siendo ellas locuaces, sin embargo, no les atraen las personas, en el ámbito de la afectividad sexual, que sean tan locuaces como ellas (letra grande (más de 30 Cg.) + ornamentada). También, en este ámbito, como nos explica el Sistema Psíquico de Luigina Lazzaroni, tener la escritura ornamentada es un obstáculo por su locuacidad excesiva, en el terreno de los componentes introductorios de naturaleza sexual.

Siguiendo a Luigina L. y su Sistema Psíquico, la ornamentada, va a ser también un obstáculo, por su necesidad de precisiones superfluas en las tareas educativas, incidiendo negativamente, sobre todo, en la capacidad educativa de los padres.

En el nuevo Sistema Psíquico de Marchesan, el cual aún no ha sido publicado, nos habla de la ornamentada en muchas más ocasiones. Por ejemplo, en el bloque de tendencias donde la actividad de la atención se muestran disturbadas por distintas causas, nos encontramos entre otras tendencias la escritura enmarañada, que provoca confusiones de tipo patológico; con escritura desordenada, se produce un desorden de todos los automatismos del aprendizaje y así con precisiones en 45 tendencias más, donde recoge a la ornamentada como la tendencia en la que se disturba la atención por distracciones a favor de los elementos decorativos, ornamentales.

Lo mismo y siguiendo con la última revisión del Sistema Psíquico realizada por Marchesan,  nos encontramos con la ornamentada en las tendencias que muestran defectos de abstracción, debido a las distracciones en la que incurren a favor de detalles innecesarios que hacen dispersarse a la persona.

Nuevamente aparece la ornamentada en el subíndice de las elecciones personales que hacemos los sujetos para permitir entrar en nuestra conversación, amistad e intimidad a otros sujetos. Pues bien, las personas que tienen la escritura en la media: esmerada, elegante, estética, grande y estrecha y ornamentada, muestran un rechazo por aquellas otras personas que no cuidan su presentación personal, de mal gusto o de gusto estético vulgar, no formado, por el desorden que manifiestan, por su negligencia personal.

Más adelante en el punto donde comenta los defectos en las manifestaciones de los afectos aparece la ornamentada, pues produce una reducción de las manifestaciones afectivas por excesiva interferencia de las exigencias de compostura.

En el terreno de la afectividad sexual la ornamentada daría una predominancia irrealista de las motivaciones estéticas en las relaciones sexuales. Pondría en peligro o lograría dañar por su excesiva locuacidad, los componentes fisiológicos, afectivos y psicológicos de la afectividad sexual. Llegando a propiciar efectos inhibitorios de la actividad sexual debido a la influencia excesiva en las relaciones sexuales de las exigencias estéticas, en cuanto a la presentación personal de la persona o de la pareja, del deseo de que estas sean correctas e irreprochables.

Los comportamientos psicológicos espontáneos del sujeto presentan manifestaciones negativas para una actividad educativa y pedagógica por la ornamentada que trae una exigencia excesiva de compostura, corrección e irreprochabilidad sobre él mismo sujeto y los otros, haciendo que la educación se convierta en una carga inasumible.

La sensibilidad a la voz de la conciencia con la tendencia ornamentada se vuelve escrupulosidad por su deseo de ser irreprochable. La psique se retrae de la realidad con la ornamentada por exigencias estéticas y de ser irreprochable. La delectación de los sentidos se encuentra disturbada por la fuerte influencia de lo estético, al igual que la delectación del corazón.

Sus gustos están fuertemente orientados hacia las actividades en las cuales se proyecte, en modo estético, el propio buen gusto, la propia precisión y la propia irreprochabilidad, como el diseño, la moda, los ornamentos, la decoración, los embellecimientos. Y así, sus gustos recreativos están orientados hacia la estética y la precisión.

Sus deliberaciones se ven dañadas por la excesiva interferencia de las cuestiones de forma y de presentación, de puntualidad y de precisión, de detalles mínimos, con efecto de pedantería y de pérdida de practicidad.

En la revisión de sus decisiones se nota en el sujeto un daño debido a la excesiva interferencia de las cuestiones de forma, de presentación, de puntualizaciones, de precisiones, de detalles, aunque mínimos, con efecto de pedantería y pérdida de practicidad.

Su actividad volitiva se caracteriza de manera negativa por acciones demasiado absorbidas de cuestiones de compostura, puntualidad e irreprochabilidad, con daño en la dinamicidad y la productividad cuantitativa. Comportamiento constreñido e irreprochable.

Finalmente si la persona tiene escritura oscilante + adornada nos encontramos con buena capacidad y sensibilidad para adaptarse a las situaciones psicológicas de las personas sobre las cuales ejerce el mando, ejercitándolo con exuberancia de palabras.

Rafael Cruz Casado

Vicepresidente de la AIPS

Presidente de la AIPS-E

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