Impulsivo, irreflexivo, instinto, reactivo, activo, resolutivo, poco autocontrol, reaccionan permanentemente. Se rige por el cerebro primitivo. Signo de búsqueda de sensaciones (incapacidad para inhibir la urgencia de las gratificaciones inmediatas). Tendencia a valorar de forma subjetiva e instintiva a él mismo y a la realidad. Actúan a la ligera, irresponsables e imprudentes, les falta sentido crítico. Se entusiasman y excitan con facilidad. Imprudente y con una escasa capacidad de crítica de las propias acciones y sus lógicas consecuencias.
Personas crédulas y sugestionables. Siempre le pueden más las emociones que la capacidad para racionalizar. Claro signo de inmadurez psicológica. Es de quien no tiene el sentido del después y no siempre consigue encuadrar la situación en la justa perspectiva; carencia de visión panorámica y de conjunto, por lo que no saben prever las consecuencias y circunstancias que sus actos tendrán en el futuro. Tendencia a esperar de los otros la solución de sus problemas.
A causa de estos impulsos infantiles cambia fácilmente de humor.
Usualmente de carácter agresivo y/o sexual, evidencia la incapacidad del sujeto de soportar tensiones y frustraciones. Por ello, muy frecuente entre los agresores sexuales y las personalidades violentas, que se dejan gobernar por sus instintos primarios. Si es jefe es imprudente, no tienen sentido crítico y cometen errores por no pensar; falta de autodominio. Muy baja tolerancia a las frustraciones.
Posible lesión en los lóbulos prefrontales que limita el sentido de responsabilidad y genera impulsividad e imprudencia y un seguro déficit de atención.
Cuando es muy angosto la acción impulsiva es muy gratificante porque descarga el mal humor y las frustraciones.