Semblanza biográfica

Marco Marchesan

(1899-1991)

Se acerca a la grafología en 1934 con la lectura de la obra de Moretti: Virtù e Difetti Rilevati dalla Scrittura de la cual señala los siguientes méritos: “Numerosos fueron los escritores de Grafología. Un valiente estudioso italiano, sabio expositor de esta ciencia, el cual se esforzó por dirigirla al perfeccionamiento moral de la persona de forma encomiable, es el Padre Gerolamo Maria Moretti de los Menores Conventuales.”

Intensifica los estudios de la disciplina entre 1938 y 1940 cuando, como antifascista, es confinado en Calvello en Lucania. Continúa por un camino propio, original e innovador, supera los límites y ambigüedades inherentes en otros sistemas grafológicos y formula leyes precisas de interpretación de la escritura que permiten entender cómo funciona el inconsciente, a través del movimiento escribiente automatizado, tiene la oportunidad y la ocasión de expresar inclinaciones, impulsos y tendencias.
Su sistema, la “Psicología de la Escritura”, permite la interpretación de la dinámica gráfica vinculando entre sí los signos encontrados en la escritura después de haber medido su intensidad y frecuencia.
Parte de la premisa de que la escritura, una vez aprendida por el niño, se traza de modo espontáneo, automático, impregnándose así de contenidos inconscientes, se fijan en él aspectos de la escritura como las habilidades y las tendencias de la psique, que están en relación biunívoca con los signos gráficos a través de las Leyes de interpretación. Los automatismos del movimiento escribiente son las vías mediante las cuales se manifiesta el subconsciente que, por su propia naturaleza, revela la personalidad del escritor. Las leyes concernientes al inconsciente mismo, que en su sistema se nombran como subconsciente, a ambos lados del cual se sitúa el consciente y el ultrasubconsciente, respectivamente (psique compuesta de tres capas).
Cuando el niño aprende a escribir se esfuerza por imitar el modelo caligráfico, pero después, cuando el movimiento escribiente se hace suelto, automático, entra en juego una fuerza deformante – que surge del subconsciente – a personalizar su escritura. En esta trasformación del modelo se proyectan las características de la psique que el analista de la escritura está llamado a examinar a través de los signos correspondientes.
Marchesan introduce, junto a los conceptos de la mímica facial, gestual y vocal, aquellos de mímica de la escritura, afirmando que, a diferencia de los primeros, esta expresa propiedades sustanciales del sentimiento que se expresan paralelamente en la inteligencia y en la voluntad. También utiliza las leyes de la interpretación freudiana de los sueños y, con algunas modificaciones, las aplica al trazado del movimiento escribiente, enunciando 4 leyes fundamentales más otras 37 leyes de la conexión entre estos signos gráficos de un lado y las características psíquicas del otro.
En el sistema gráfico identifica 226 signos y 3500 tendencias que se expresan a través de estos signos. La Psicología de la Escritura se basa además, en el sistema de las Leyes de Interpretación, el Sistema de los Signos Gráficos y el Sistema Psíquico que ilustra el funcionamiento dinámico de la psique.
A través de estos tres sistemas es posible observar la posición que un elemento relativo a uno de los tres sistemas ocupa en los otros dos, dando lugar a un resultado que permite eliminar errores e imprecisiones conceptuales y de interpretación.

“Las Leyes de la Escritura son el puente entre el Sistema Gráfico y el Psíquico; indican además, de qué forma, a través del movimiento escribiente automatizado, se manifiestan las tendencias de la psique; explican finalmente el significado de la trasformación del modelo caligráfico que está bajo el empuje coactivo de las tendencias conscientes e inconscientes que operan en la psique, dando la clave del simbolismo gráfico y revelando en la escritura un instrumento de conocimiento de todos los aspectos de la personalidad”.

Escribe su hijo Rolando, continuador de los estudios de su padre: “Es responsabilidad del Sistema Psíquico poner todas las tendencias, reveladas por el Sistema Gráfico, en una relación recíproca, de modo que podamos saber si el efecto de una tendencia está controlado, modificado o reprimido por la presencia, en el mismo sujeto, de otras tendencias. (…)

Marchesan distingue a la Grafología, sin un sistema de leyes y un Sistema Gráfico de referencia, de la Psicología de la Escritura.

Aprecia el pionerismo de los fundadores de la materia, pero señala los límites que su Psicología de la Escritura no tiene, por la falta de leyes de interpretación objetivas y universales, la falta de un Sistema Gráfico global, orgánico y sistemáticamente coordinado, y de un Sistema Psíquico que permita describir detalladamente el dinamismo de la psique.

A raíz de la introducción de métodos cuantitativos en la Psicología tradicional, ofrece un sofisticado modo de medición grafométrica, que apunta a una expresión cuantitativa y proporciona una validación objetiva a través de un proceso que se centra en la síntesis y el análisis.

Marco Marchesan ha realizado experimentos y estudios de validación en el Instituto de su fundación, con la ayuda de los estudiantes jesuitas de Barcelona y en colaboración con el centro de estudios universitarios jesuitas Aloisianum de Gallarate.

 

1.M. Marchesan, Dalla Grafologia alla Grafopsicologia, La Prora, Milano 1947, p. 11.

2. M. Marchesan, Psicologia della scrittura – Segni e tendenze – Con orientamento psicosomatico (1961), VI ediz., Istituto di Indagini Psicologiche, Milano 1993, Milano, p. 91.

Nace en Grado el 14 de diciembre de 1899, muere en Milán el 7 de agosto de 1991; miembro de la Orden de psicólogos de la Lombardía, la Suprema Corte de Casación en la sentencia n. 806 del 15/9/73 le reconoce el título de profesor en Psicología de la Escritura y de Hipnosis clínica.

3. R. Marchesan, Psicologia della scrittura, Xenia, Milano 1993, p. 50.

4. El primero en hablar de la Psicología de la Escritura fue en 1924, el Padre Moretti: “ Cuanto más profundizamos en la psicología de la persona, mayor es la proyección grafológica que nos ofrece. La Grafología no es más que la Psicología de la Escritura.”, cfr. P. Cristofanelli, Storia della grafologia – Note su Girolamo Moretti, Libreria G. Moretti, Urbino 1995, p. 32.

Esto será seguido en el habla inglesa Robert Saudek en 1925 con la publicación de “The psychology of Handwriting”. En el panorama aleman, Oskar Lockowandt, insigne sucesor de Klages, docente de la universidad de Friburgo: “La Psicología de la Escritura hace su investigación con métodos psicológicos.”, en Eidetik und Kinetik: über Pophals Denk – und Deutefiguren, Zeitschrift für Menschenkunde, Braumüller Verlag, Wien 1998, p. 62-66, del mismo autor ver también (apéndice de O. L.) W.H. Müller, A. Enskat, Diagnostica grafologia – Principi, possibilità e limiti, Messaggero, Padova 1995.

En la escuela francesa J.C. Gille Maisani en 1982 titula su estudio más significativo “Psicologia della scrittura” y señala que: “si es razonable pensar que en la época del abad Michon la Grafología era, en muchos aspectos, un anticipo de la Psicología oficial, hoy la situación es diferente y sería muy nocivo para la Grafología aislarse de la evolución general de las disciplinas psicológicas.”, Liguori, Napoli 2000, p. 12. De Psicología de la Escritura habla también el eminente neurólogo A.R. Luria en Neuropsicologia del linguaggio grafico, Messaggero, Padova 1984, p. 69.

5. M. Marchesan, op. cit., Milano 1995, p. 99.

 

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